
Besar, abrazar, y mimar a nuestros pequeños son comportamientos que surgen de forma innata al ser padres.
Como cada año, el 13 de Abril se celebra el Día Mundial del Beso por lo que hemos querido compartir con vosotros un artículo sobre lo positivo de tener estas muestras de cariño, las cuales repercuten en su el crecimiento y estado de ánimo diario.
Los abrazos aportan sensación de calidez y seguridad
Nadie mejor que un papá o una mamá para saber aquello que más ayuda, tranquiliza o hace reír a sus hijos.
Fisiológicamente, las caricias son capaces de crear un vínculo de proximidad entre dos personas, sin importar sus edades. Al respecto de ello, un estudio de la Universidad de Carolina del Norte concluyó recientemente que los abrazos regulan la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, aumentando el oxígeno en sangre.
El ambiente que se genera con este gesto provoca, tanto en la persona a la que abrazamos como en nosotros mismos, una sensación de relajación y sosiego que ayuda a nuestro cuerpo a recuperar energías.
Las caricias o el acunar suavemente a un bebé en momentos como la hora de la siesta o las noches de insomnio lo libera de tensión, dejando que él o ella descanse profundamente.
Besos y sonrisas
Los gestos de afecto con contacto físico al bebé, tales como abrazos o besos, provocan un aumento de la hormona del crecimiento asegurando un desarrollo total durante su infancia.
Algo tan común y universal como los besos a un niño puede ser realmente beneficioso. A continuación te detallamos cómo:
- Aumenta la sensación de seguridad y felicidad, permitiendo un total desarrollo emocional.
- Tiene efectos calmantes ayudando al descanso y al sueño.
- Estimula el desarrollo afectivo y ayuda al aprendizaje de la expresión de sus emociones.
- Libera del estrés del día a día, mejorando la respuesta de su sistema inmune.
- Inculcamos sentimientos positivos hacia las personas de su entorno, fomentando su inteligencia emocional
- Tranquiliza y relaja en los momentos de nerviosismo e incluso de dolor por pequeñas molestias.
Los gestos afectivos entre padres e hijos se desarrollan de forma natural, y cada entorno familiar sigue sus propias líneas de enseñanza y de comportamiento con los hijos.
Lo que debemos saber es que los mimos, sobre todo en las primeras etapas de crecimiento del bebé, ayudan a que se desarrolle emocionalmente.
Recuerda que todo este aprendizaje perdurará en el tiempo, y todas las experiencias que tu niño obtiene desde el día uno de su nacimiento van a marcar su forma de ser y de expresarse cuando sea adulto.
Por último, es necesario decir que no hay un manual de instrucciones que nos diga cuantos besos al día son necesarios dar a tu hijo, ni cuantos mimos o abrazos son suficientes o demasiado, por ello exprésate de forma natural y demuéstrale el cariño que le tienes cuando así lo sientas.
Anímate a compartir tu opiniones y experiencia sobre este tema con nosotros, ya sea dejando un comentario en nuestro blog o en redes sociales ¡Feliz Día del Beso! 😉