Hoy queremos contarte los beneficios que el juego tiene para los más pequeños y la importancia de que los mayores compartan con los niños momentos de ocio y diversión.
El juego es una forma de expresión para los más pequeños, con la que se sienten cómodos y que les permite aprender de una manera inconsciente, a la vez que se relacionan con su entorno.
Es algo muy importante para el desarrollo de los niños y una actividad en la que los padres deben involucrarse.
Repasemos juntos, puntada a puntada, la importancia del juego y de qué manera los adultos deben formar parte de él.
El juego como lenguaje
Antes incluso Incluso antes de que los niños sepan hablar, encuentran en el juego una forma de relacionarse con los demás. Si observas a tu hijo en la playa o en el parque, puedes ver cómo interactúa con otros niños haciendo juntos montañitas de arena o intercambiándose los juguetes.
Con los mayores, el comportamiento es el mismo, a través del juego, los niños encuentran una manera de expresarse, cuando el diálogo todavía no está a su alcance.
De esta manera pueden mostrar sus emociones y compartir sus experiencias y por eso es muy importante involucrarse en estas actividades con los niños, porque ayudará a conocerles mejor y entender sus necesidades.
El juego como medio para conocer el entorno
A través del juego, los niños también interactúan con su entorno y exploran el mundo que les rodea. Poco a poco, de una forma divertida y adecuada a su edad, viven nuevas experiencias que les ayudan a conocerse mejor a sí mismos y a aquellos que les rodean.
Es una forma de saber lo que está bien y lo que está mal, las rutinas o el comportamiento que se espera de ellos. También puedes utilizar el juego para transmitir los valores en los que quieres educar a tu hijo.
¿Por qué jugar con los hijos? El juego como nexo de unión.
Además de lo que hemos comentado hasta ahora, el juego es importante también en sí mismo como elemento de diversión. Sin un objetivo, sin un porqué, puro entretenimiento.
La diversión une, así que es una buena manera de estrechar lazos con tu hijo. Aprovecha los momentos libres para divertiros jugando juntos. No te pongas límites, saca tu niño interior y disfruta junto a tu pequeño. Cantando, bailando, hablando con sus muñecos, montando puzles, obras de teatro, pintando, jugando con la pelota…
Nadie como tú conoce mejor a tu hijo y sabe lo que le gusta y el juego o los juegos que os asegurarán largas tardes de diversión. Mientras, fortalecéis vuestra relación y os conocéis cada vez mejor.
La única norma es que no hay normas
Para los adultos, es importante despejar la mente, dejar las tensiones fuera y centrarse totalmente en el momento del juego. Evitar las distracciones hará que disfrutes plenamente de esos ratos de diversión y sobre todo es importante que sigas estos consejos:
- No condiciones los juegos del niño por tus gustos o apetencias. El que se expresa o comunica es él, no le cortes ni condiciones sus juegos. Tú le acompañas, pero él marca el ritmo y las actividades. Siempre cerciorándote de que son juegos adecuados para su edad.
- No ridiculices ni juzgues sus juegos. Eso puede ser muy perjudicial para su autoestima. Si hubiera momentos en que su comportamiento no es el adecuado, debes tratar de corregirlo, pero sin reprimendas.
- No hay juegos buenos ni malos. Dependerá de los gustos del niño, su personalidad o incluso su destreza o habilidad motriz.
- Eres tú el que debe entrar en su mundo y acercarse a él desde un nivel que tu hijo comprenda. No te adelantes y disfruta de juegos adecuados para su edad.
Seguro que tu pequeño te agradecerá enormemente que juegues un rato cada día, eso te ayudará a construir junto a él una relación fuerte basada en la diversión, a la vez que le ayudas a acercarse al mundo y a relacionarse con su entorno sin miedos.
¡En el juego con tu hijo, los límites están en vuestra imaginación! Nos vemos en los comentarios.