Es alucinante lo rápido que crecen nuestros hijos. Sobretodo cuando son bebés. Tanto que casi no nos da tiempo a ponerle la misma ropa más de una vez. Por eso, es normal que acumulemos un montón de ropa que se le ha quedado pequeña y que está prácticamente nueva. Entre los regalos al nacer y todo lo que nosotros le hemos comprado a nuestro pequeños, contamos con un arsenal de ropa gigantesco y muy poco tiempo para poder usarla antes de que se le quede pequeña.
Lo más habitual en estos casos, es guardarla para el siguiente hijo o para algún primito o hijos de amigos. Pero cuidado con cómo la guardamos. Puede que cuando vayamos a buscarla encontremos con ropa de bebé que se ha estropeado o que ha amarilleado. Para evitar esta situación, queremos compartir todos vosotros una serie de recomendaciones y consejos para guardar la ropa del bebé para que no se estropee.
Cómo conservar y guardar la ropa del bebé
Antes de guardarla debes lavar la ropa de bebé con los mismos cuidados y productos especiales de siempre. Aquí te decimos cuál es la forma correcta de hacerlo. Esto servirá para eliminar las manchas que pueda tener, que se nos hayan escapado, y evitar que se hagan persistentes o que generen bichos, si se trata de manchas de comida, que puedan deteriorar los tejidos. Te recomendamos que la planches, también, antes de guardarla para que con las arrugas no se deformen las prendas.
Además, al haberlas planchado, ocuparán menos espacio cuando las guardemos. Si utilizamos vapor con la plancha, hay que asegurarse de que la ropa esté completamente seca antes de guardarla. De lo contrario, cogerá humedad.
Probablemente pasen varios años hasta que vuelvas a sacarla. Por ello, es recomendable retirar objetos como botones y detalles metálicos que puedan llevar, sobretodo en el caso de las prendas más delicada. Ya que podrían oxidarse y manchar los tejidos. Para no perderlos, guárdalos en una cajita que puedas tener bien localizada en el futuro.
El lugar donde almacenar y guardar la ropa de bebé debe ser libre de humedad y polvo para que la ropa de bebé no se estropee. De esta forma, evitarás también olores y moho. Guarda toda la ropa en cajas, así dejarás libre el armario para seguir utilizándolo con la ropa nueva que sí estás utilizando. A ser posible evita que las cajas sean de cartón, con el tiempo la ropa guardada en ellas adquieren olor a cerrado un tanto desagradable. Tampoco te recomendamos que guardes la ropa en bolsas de plástico porque transfieren la humedad.
Ante esto, la mejor alternativa para guardar la ropa de bebé son las cajas de plástico para almacenaje con tapa. A la hora de guardar estas cajas, hazlo en un lugar donde no les de el sol para que los colores y los tejidos no se deterioren o se quemen los tejidos. Otra buena opción es usar bolsas de plástico con sellado al vacío, con ellas la ropa de bebé que guardes quedará completamente protegida del polvo y la humedad. Además, al haberles extraído todo el aire que había dentro de la bolso, ocuparán poquísimo espacio, el único contra es que, probablemente, cuando saques la ropa estará un poco arrugada.
¿Cómo guardar la ropa del bebé en cajas?
Hay personas que guardan la ropa con bolas de naftalina para evitar las polillas y otros insectos. Pues bien, lo mejor es no usarlas ya que no son 100% efectivas y además son peligrosas para los niños y las mascotas. Puedes sustituirlas por bolas de cedro, que son naturales, huelen mejor y son más efectivas. Eso sí, no las coloques encima de la ropa directamente, sino encima de las cajas.
Te recomendamos revisar la ropa guardada cada cierto tiempo (al menos una vez al año) para asegurarte de que todo permanece en perfecto estado. Así, el riego de deterioro de las prendas se reducirá.
Un consejo práctico, anota todo lo que guardas en las cajas. Sobretodo si estas no son transparentes. Esto te será de gran utilidad a la hora de localizar en el futuro lo que necesites. Además, te será útil para saber qué necesitas comprar y qué a tu próximo bebé.