El asma es una de las enfermedades del aparato respiratorio más comunes, padecida en la actualidad por el 15% de la población mundial, y el 5% de los niños
Para los que aún os preguntáis qué es el asma, deciros que se trata de una enfermedad crónica que afecta al sistema respiratorio, específicamente a los pulmones, provocando inflamación de los bronquios y causando dificultad para respirar.
Síntomas de asma infantil
Los síntomas más relevantes y a los que debemos estar muy atentos son la aparición de silbidos, dificultad para respirar y dolor en el pecho.
Si sospechas que tu hijo puede tener asma debes acudir a un pediatra, que le realizará unas pruebas de espirometría para hacer un diagnóstico final con total rigor médico.
¿Cuál es la relación entre el asma y el ejercicio?
Algunas personas presentan síntomas de asma sólo cuando practican ejercicio. En algunos casos, la práctica de actividad física es el único desencadenante del asma en niños y adultos. Esto no quiere decir que tu hijo no vaya a poder realizar actividad física, de hecho, muchos atletas olímpicos sufren de asma inducida por el ejercicio.
Lo que sí que es necesario para usar el tratamiento adecuado que controle los brotes asmáticos es un diagnóstico especializado y prematuro.
Recomendaciones para reducir el riesgo de brotes de asma en niños
- Reducir la cantidad de polvo en el ambiente de tu casa: Procura que tareas domésticas como barrer o limpiar los muebles se realice de forma habitual cuando los niños no estén en casa. Un buen horario es por las mañanas mientras están en el colegio.
- Fibra sintética en lugar de algodón para la ropa de cama: La ropa de cama de algodón o de hilo acumula más polvo y partículas entre sus fibras.
- Evitar fumar dentro de casa e intentar no acudir a lugares que expongan al niño al humo.
- Es preferible no utilizar alfombras o moqueta en casa, debido a su capacidad para acumular polvo, al menos en las zonas donde más tiempo pase el niño como su habitación o el salón.
- El pelo de los animales puede ser un desencadenante de brotes asmáticos. Por ello, lo más recomendable es evitar la presencia de mascotas en casa, o en caso de tener una, cuidar su limpieza y cepillado concienzudamente, así como mantenerlo alejado de las zonas de mayor convivencia del niño.
En definitiva, recuerda que, pese al asma, se puede llevar una vida completamente normal si se realiza el correcto tratamiento y hábitos de prevención en colaboración con los médicos.