Los niños tienen una percepción del mundo diferente a la de los adultos. Poseen la capacidad de convertir lo ordinario en extraordinario e interpretan la realidad a su manera. Su creatividad es innata y, si no se estimula, puede llegar a bloquearse y desaparecer durante su crecimiento.
Fomentar esta inventiva no sólo sirve para crear e intensificar los lazos de unión con nuestros hijos, sino que aumenta la conciencia de uno mismo y favorece su socialización.
En el post de hoy te ofrecemos tres claves para no dar puntada sin hilo y conseguir promover el talento de los más pequeños.
Respeta su espacio
Un niño tiene que comportarse como niño. Parece obvio, pero en la práctica quizás no lo es tanto. Existe una tendencia a exigir a los más pequeños que se comporten como adultos: permanece quieto, no toques nada, procura no gritar… son algunas de las peticiones que más se demandan. Trata de inculcarle esos valores sin emplear el no rotundo. Podemos indicarles lo mismo con diferentes palabras, de manera que no lo entiendan como una orden directa. Por ejemplo, en lugar de decir «cállate» cuando estéis en el cine puedes decirle «debemos permanecer callados porque si no nos perderemos la película».
Dejarles espacio para que inventen canciones, para que interactúen, para que se manchen… debemos concederle la oportunidad de ser creativos. Si no queremos que ensucien o desordenen tenemos que acondicionar un espacio para que sean ellos mismos sin límite de ningún tipo. Trata de que ellos se impliquen en la tarea, será divertido.
No comprometas su tiempo
El ritmo de vida actual implica que, en ocasiones, organicemos tanto su día y llenamos la agenda con actividades que, más allá del recreo, apenas tienen tiempo para desarrollar sus juegos libremente. Reservar tiempo para ellos es esencial en su desarrollo. Una o dos horas para jugar con sus padres o juguetes favoritos serán suficientes para que se sienta libre. Las actividades extraescolares son divertidas para ellos pero puede que no siempre les apetezca jugar ese partido o tocar ese instrumento.
No dirijas sus juegos
Una buena forma de que su capacidad de liderazgo crezca es no interrumpirles cuando nos están contando alguna historia, bailando o cantando, salvo que nos pidan ayuda. Corregir sus planteamientos sólo creará inseguridades y miedo a fracasar.
Podemos compartir con ellos alguna de nuestras aficiones. Si, por ejemplo, te gusta la fotografía puedes estimularlos de la manera correcta para que prueben a realizar esta actividad. Esta actividad incentivará su creatividad, su capacidad para tomar decisiones y su sentido de la responsabilidad. No es necesario que compres una cámara nueva para empezar. ¿Recuerdas las cámaras compactas antiguas? Es momento de recuperarla, ya que tus requerimientos no son los mismos que los de un niño.
Si el entusiasmo por esta nueva actividad permanece durante una temporada y la edad del niño es la adecuada, quizás sí sea buena idea escoger una cámara como regalo para una ocasión especial. Debemos darles libertad para que hagan las fotos que quieran, para familiarizarse con la cámara y disfrutar haciendo fotos. Esta experiencia será enriquecedora para ambas partes.
“Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido” Ursula K. Le Guin
¿Qué otras cosas se os ocurren para potenciar su creatividad? Nos vemos en los comentarios.