The psychologist and writer Bernabé Tierno gives us the keys to achieve that our children grow in the optimism and the positive. According to the psychologist, the optimist is born, but, especially, it is done. Listen to his advices to make your son an optimistic child.
The children with more will and autonomy are more optimis, and demonstrate it with their words, gestures and attitudes. In addition,
El psicólogo y escritor Bernabé Tierno nos da las claves para conseguir que nuestros hijos crezcan en el optimismo y la positividad. Según el psicólogo, el optimista nace, pero, sobre todo, se hace. Escucha sus consejos para hacer de tu hijo un niño optimista.
Los niños con más voluntad y autonomía son más optimistas, y lo manifiestan con sus palabras, gestos y actitudes. Además, his major safety makes them more empathic and generous with the weakest. My granddaughter Laura, with two years and nine months, is practically autonomous. She always pledged in doing everything by herself: she was dressing to the dolls, she ironned their clothes, was bathing and covering them, and, logically, she dressed herself, put on the jacket by herself…
I remember that, with only one year and a half, I saw her removing herself and putting on the slippers that were closed. I asked her why was she changing so much the slippers of a foot to other one, and she said to me: » Grandfather, is on that I am learning to put well «. It was trying not to mistake and not to put on the right slipper in the left foot. Certainly, it did not stop from her determination until it learned to put on every slipper in his foot.
The anecdote that I count later took place when Laura had expired two years. One day Loly, my wife, who, for then, was bringing and taking both grandsons to the college, forgot the snack of the children at home and showed her worry and discomfort with herself. Laura, empathic and comprehensive, said to her to the instant: » Grandmother, it does not matter, you give it to us when we back home». My wife remained very surprised by such a positive and comprehensive attitude of the girl. Later, we have realized that the expression » does not matter » it is a constant in her; till when she falls and cries, or when to anybody or the things do not go out for herself well. Her optimism and her positive vital attitude is like a talisman.
Empathic and generous persons
Lately, when at the end of someone of my conferences someone does the well-known question of the million to me: » the optimist is born or is done? «, I am in the habit of answering that, in some measure, it can influence the genetic load, since I have observed in many optimistic children and in my own granddaughter Laura. There is a characteristic that is in the habit of demonstrating clearly in the majority of the positive and optimistic persons that they it have been already from the cradle, a strong personality and, at the same time, affectionate and very protective with the weakest and fragile. http://www.mibebeyyo.com/ninos/psicologia-infantil/ninos-optimistas-1840
su mayor seguridad les hace más empáticos y generosos con los más débiles.
Mi nieta Laura, con dos años y nueve meses, es prácticamente autónoma. Desde pequeñita, se empeñó en hacerlo todo por si misma: vestía a los muñecos, les planchaba su ropita con su plancha de juguete, los bañaba y arropaba, y, lógicamente, ella se vestía desde muy pequeña, se calzaba, se ponía la chaqueta…
Recuerdo que, con tan sólo un año y medio, la vi quitándose y poniéndose las zapatillas que se cerraban con velcro. Le pregunté que por qué se cambiaba tanto las zapatillas de un pie a otro, y me dijo: «Abuelo, es que estoy aprendiendo a ponérmelas bien». Pretendía no equivocarse y no poner la zapatilla derecha en el pie izquierdo. Por supuesto, no cesó en su empeño hasta que aprendió a ponerse cada zapatilla en su pie.
La anécdota que cuento a continuación tuvo lugar cuando Laura había cumplido dos años. Un día Loly, mi mujer, que, por entonces, traía y llevaba a los dos nietos al colegio, se olvidó la merienda de los niños en casa y mostró su preocupación y malestar consigo misma ante los niños por el olvido. Laura, empática y comprensiva, le dijo al instante: «Abuela, no pasa nada, nos la das cuando lleguemos a casa». Mi mujer quedó muy sorprendida por la actitud tan positiva y comprensiva de la niña. Después, nos hemos dado cuenta de que la expresión «no pasa nada» es una constante en ella; hasta cuando se cae y llora, o cuando a alguien o a ella misma no le salen bien las cosas. Su optimismo y su actitud positiva vital es como un talismán.
Personas empáticas y generosas
Últimamente, cuando al final de alguna de mis conferencias alguien me hace la consabida pregunta del millón:»¿El optimista nace o se hace?», yo suelo responder que, en alguna medida, puede influir la carga genética, como he observado en muchos niños optimistas y en mi propia nieta Laura.
Hay una característica que suele manifestarse claramente en la mayoría de las personas positivas y optimistas que lo han sido ya desde la cuna, una personalidad fuerte y, al mismo tiempo, cariñosa y muy protectora con los más débiles y frágiles.
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