Blog Paz / Actualidad

CÓMO EDUCAR SIN SOBRESALTOS.

Tips for parents in distress

La educación de un hijo es un camino lleno de dudas y momentos de incertidumbre. Inculcar ciertas normas en los primeros años de vida, no es fácil y, la verdad, es que no hay recetas mágicas. Pero sí es importante establecer determinadas pautas y marcar algunos límites a los niños. Así que, presta atención, si tienes un niño que pone a prueba tu paciencia, te contamos puntada a puntada algunos consejos para padres en apuros.

Podríamos decir que los padres echan mano de recursos muy diferentes a la hora de afrontar la educación de sus hijos. Muchos se guían por su intuición y actúan según consideran adecuado en cada momento, otros padres educan a sus hijos por imitación de cómo han sido educados en su infancia, otros se esmeran en leer bibliografía especializada y algunos, consultan a profesionales para saber cómo actuar con sus hijos.

¿Qué es lo mejor? no hay nada escrito y no funciona lo mismo con todos los niños. Pero hay unas directrices básicas que como punto de partida pueden resultar útiles a los padres ante los primeros síntomas de rebeldía.

El objetivo principal de los padres en la educación de sus hijos, es dotarlos de las herramientas y habilidades necesarias para enfrentarse a los diferentes momentos de su vida, con fortaleza, independencia e inteligencia emocional. Debe hacerse siempre desde el respeto y trasladando valores positivos para la sociedad, fomentando unas capacidades emocionales que los conviertan en adultos seguros de sí mismos, abiertos y comprensivos con su entorno y responsables de sus acciones. No suena fácil, veamos cómo podemos conseguirlo.

¿Es adecuado educar en el castigo y el premio?

Sigue existiendo mucha controversia en este sentido; aunque son cada vez más los padres que afirman que educar con castigos y premios a sus hijos, no les hace evolucionar emocionalmente, ni modifica conductas no deseables en los más pequeños.

Expertos psicólogos infantiles, afirman que cuando se castiga a un niño, se le induce a un sentimiento de culpa, pero no de responsabilidad de lo que ha hecho y de las consecuencias negativas de su actitud. Se pone el foco en el error y en el que debe pagar por ello, más que en entender qué ha sucedido, por qué y cómo evitarlo. Parece una sutileza, pero es necesario cambiar castigos por consecuencias o resultado de una conducta inadecuada.

El premio tampoco es un buen aliado para fomentar el buen comportamiento de los pequeños de la casa. Según diversas fuentes especializadas en educación infantil, los niños pueden interpretar este intercambio de favores como un chantaje, lo que provoca que hagan las cosas de una determinada manera sólo para obtener un beneficio, sin conseguir que se asimilen esos comportamientos como los correctos y el por qué es bueno para todos.

Consejos para padres con niños rebeldes

Antes de nada, lo más importante es tratar de entender por qué el niño tiene ese comportamiento que podemos denominar “rebelde” o incluso desafiante ante la autoridad de los padres. Siempre hay una razón que impulsa al pequeño a actuar de esa manera. Puede que esté cansado, que haya tenido un mal día y esté frustrado, que no sea capaz de gestionar sus emociones y está tratando de comunicar un sentimiento o puede existir una razón física, y detrás de los berrinches se esconde alguna patología.

En todo caso, te damos una serie de consejos básicos que te ayudarán a la hora de encaminar de forma correcta la educación de tu hijo y a minimizar los momentos de rebeldía y tensión. ¡Toma buena nota!

  1. Establece las normas adecuadas a su edad. Hay cosas que, seguro que no te gustará ver en tu hijo, pero puede que algunas no las puedan controlar debido a su edad. Trata de tener calma y verás como algunas costumbres o hábitos mejoran con la madurez.
  2. Una norma cada vez. No atosigues al niño con demasiada información. Explica las normas una a una y dale tiempo para que las vaya asimilando antes de introducir conceptos nuevos.
  3. Las normas son estables. Desde luego de nada sirve que intentes inculcar en tu hijo una serie de comportamientos adecuados y que vayas cambiando de parecer según sea la situación. Esto no hará más que confundirle y no le ayudará a ir asimilando las pautas de comportamiento adecuadas.
  4. Explica en detalle la importancia de los límites. Tómate tu tiempo, hasta que el niño entienda la necesidad de seguir esa norma, los beneficios que tiene para él seguirla y que también la sigan los demás y cómo los demás esperan de él ese comportamiento.
  5. Actúa en el momento. No dejes pasar mucho tiempo desde que el niño incumple una de las normas que habéis pactado, hasta que le haces ver que está equivocado. Explica las consecuencias, puede que las tenga delante de sus ojos y será más fácil que lo entienda.
  6. Siempre con calma. No lleves tu paciencia al límite y ataja la situación a las primeras de cambio, sin gritos, desde el diálogo. En cuanto detectes que el comportamiento no es adecuado, házselo saber a tu pequeño y trata de reconducir la situación explicándole qué hubiese sido mejor en ese caso y por qué su decisión no fue la correcta.
  7. Siempre con respeto. Se reprende la acción, lo malo es lo que ha hecho el niño y no él. Cuida el lenguaje y evita que piense que tiene un problema y que todo lo hace mal. Son etiquetas muy fáciles de asimilar y que cuesta dejar a atrás.

Nadie dijo que esto de la educación de los hijos era una tarea sencilla, pero desde luego, todo esfuerzo que se haga merecerá la pena. 😉

¡Si quieres profundizar en este u otros temas tratados en el blog nos vemos en los comentarios!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *